siempre que mi mente está en otro lugar, termino dejando las llaves del carro adentro del carro. me pasó hoy. por suerte fue afuera de mi casa. la verdad es que aunque he corrido con suerte, han sido situaciones muy estúpidas. anteriormente me pasó afuera de casa de los Zubieta, donde dejé además el coche prendido. el único duplicado está en una caja en uno de mis libreros y le hablé a mi hermana que me lo trajera. antes que eso, en el tec, apagado pero con el ipod prendido que siempre me deconcentra -me imagino que sí la música ya se apagó, pues el carro también, pero como en lugar de estéreo tengo unas bocinillas chechas, cuando la música se calla, el carro sigue prendido. por suerte me encontró Richie y me dio aventón a mi casa por el duplicado. por último, la primera vez que me pasó fue en el estacionamiento de un centro comercial en Oaxaca. no me acuerdo si dejé el coche prendido, es probable que sí, a miles de kilómetros de mi duplicado, en semana santa. por suerte, en aquellos tiempos y latitudes, tenía la costumbre de dejar las ventanas del carro ligeramente abajo, para que no esté tan caluroso cuando regrese -si hace demasiado calor hasta se pueden reventar, dice mi padre. así pues, el truco fue bajar la ventana a fuerza lo suficiente para meter un palo que encontramos tirado y poder terminar de bajar la ventana -si alguna vez se han subido a mi carro sabrán que los seguros no son cosa fácil de levantar. ¿dónde estará mi mente hoy?
¿dónde estás hoy?
