para serte sincero no sé lo que siento, ni me he puesto a pensarlo. para serte enteramente sincero, prefiero no pensar en ello. para ser justos, tampoco tengo idea de qué sientes. pero tú no preguntaste y yo me siento aludido, además ni lees esto. estoy seguro de sólo tres cosas: te atesoro porque te aprecio siento se queda corta, me encantas, y el tiempo que estoy contigo suele ser mucho mejor que el tiempo que estoy sin ti. quisiera que esas certezas me bastaran para pasar los tres enigmas de la esfinge. y estoy tan seguro de eso como de lo que tocan mis manos, de lo que sueñan mis sueños y de las ecuaciones que resuelvo. la otra cosa, el elefante en la habitación, aquello que no sé de cierto es que aunque no tengo idea de qué quieres, sospecho de corazón que no puedo ofrecértelo.