durante tres años, adentro de estas cuatro paredes construí, destruí y volví a levantar mi vida. los dibujos y las fotos cubrieron como parches y tatuajes las heridas hasta que se mezclaron y fueron indistinguibles y nada de eso me molestó. de este lugar sobrevive lo importante y las lecciones me acompañan a mi nuevo hogar, donde después de varios años me siento esperanzado, renovado. desde este lugar equidisto mis males y mis bondades, puedo ser visto al tiempo que lo veo todo; no tengo nada qué ocultar. no somos los mismos pero no somos realmente distintos: aquí y allá son
sólo pronombres demostrativos y nosotros y ustedes tan sólo personales. cuánto tiempo tuvo que pasar para sentirme así de nuevo: bastaba con seguir adelante lo más literal posible, la vida te alcanza después.