no puedo hablar. no sé bien por qué, no puedo hacer ruido. pero escucho absolutamente todo: a Chus toser sentado en la escalera, Manuel sirviendo agua para Totoro, los Beatles en las bocinas de junto, mi circulación, el refrigerador. todo va más lento; intento detener el cronómetro y juraría tardarme una eternidad por segundo. todo lo escucho. salí y pude ver la luna, fija y el cielo fijo girando sobre una Tierra que vuela; me detuve y sentí la Tierra moviéndose sobre su órbia, una vertiginosa velocidad que no sentí ni en caída libre: nos movemos para todas partes a la velocidad del día. todo va tan rápido que se siente despacio. necesito agua. tiemblo. creo ahora que son los pensamientos y me pongo a ver friends. de este lado no puedo hacer nada malo. me sincronizo con la electricidad del piso, la corriente, siento el ritmo, los nervios dentro de mi cuerpo moverse y escucho todo. la Tierra se mueve rapidísimo.