el debate al que convocaron las personas
que se han adueñado de los adjetivos "jóvenes", "universitarios" y
"ciudadanos" -y en menor medida "apartidistas"- se llevó a cabo el
martes en las instalaciones de la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos, en el Distrito Federal, con la participación de tres de los
cuatro candidatos: Andrés Manuel, Josefina y Gabriel; aunque yo comento
apenas hoy y lo vi hasta anoche, un día después. miembros de los
movimientos #YoSoy132 y #SomosMásDe131 impusieron sus condiciones,
dirigieron el debate y diseñaron el formato. la realización y los
resultados me tienen bastante molesto y estoy seguro que se nota.
dividiré mi opinión en dos: la primera con respecto a la actuación de
los candidatos, la segunda con respecto a la actuación de los
organizadores, tanto en detalles logísticos como de contenido.
uno: el ranking y comentarios.
primero:
Gabriel Quadri de la Torre. tuvo una participación mucho muy destacada,
habla con soltura y no me atrevo a dudar que su preparación académica y
su visión de estado le alcanza y le sobra, aunque probablemente esté
verde en cuestiones de política. complemento esto con su aparición en
Tercer Grado ayer en la noche, donde demostró ser diferente, articulado,
congruente y hasta con sentido del humor. tiene razón en muchas cosas
que dice y habla con inteligencia, se ha comprometido claramente a las
reformas estructurales y creo que es el único que ha hablado del cómo;
incluso ha llevado las cosas más allá con desarrollo sustentable y
equidad: es verdaderamente un candidato liberal. al respecto de su
partido, que fue lo que le cuestionaron en Tercer Grado y con lo que lo
atacaron vilmente en el debate, la verdad es que su partido sí es
abiertamente liberal. se critica el financiamiento que recibe -que él
mismo está de acuerdo en que es mucho para todos- sin extender esta
crítica a los otros partidos que reciben muchísimo más y no resultan ser
una mejor inversión. mientras que me gustaría sentarme a platicar con
Andrés Manuel o con Enrique para confirmar cómo son en persona, la
verdad me gustaría platicar con Gabriel simplemente porque me parece
inteligente. si su candidatura no estuviera tan atacada por la relación
de su partido con Elba Esther, la verdad es que Gabriel pudo haber
metido mucha presión -y creo que lo hizo en varios temas: ya todos
hablan del internet universal, por ejemplo.
segundo:
Josefina Eugenia Vázquez Mota. su participación fue aceptable: no me
parece que haya ni mejorado ni empeorado. ha mostrado la misma imagen
que en esta última recta de campaña que es la misma que mostró en el
segundo debate: sí habla de sus propuestas aunque de manera un poco
ambigua y, sobre todo, busca proponer a base de atacar y cuestionar a
los demás. esta postura -no sé si ella lo sabe- no es la de un puntero
sino la del que va abajo. no tengo mucho más que decir sobre su
participación: está bien, pero no me convence; ataca, pero no hace daño.
empezó a usar más el argumento del manejo macroeconómico del PAN, hizo
un intento quizás mañoso por delinear un gabinete; sin embargo, cuando
la veo hablar la siento molesta, engreida. ahora estoy convencido que
esta es la imagen que querían verle sus seguidores y creo que podría
llegar a meter presión al final, pues los indecisos tibios se irán con
ella.
tercero:
Andrés Manuel López Obrador. he mostrado antes cómo Andrés Manuel no me
convence, así que espero no se tome esta opinión como muy cargada.
Andrés Manuel tuvo una actuación penosa en este debate y estoy seguro
que le va a afectar. abandonó su postura amorosa y conciliadora, volvió a
hablar de imposición, de complot, de fraude. resultó pésimo para hablar
en estos tiempos y no contestó ninguna pregunta y estuvo siempre fuera
de tema: en la tercera fase del debate una de las preguntas fue el
gabinete; aunque entiendo el interés, comparto la visión de Quadri al
respecto y me parece que era un espacio para que Andrés Manuel se
levantara y ni así pudo. todo lo articulado que le vi en el segundo
debate, todo lo bueno que me pudo haber convencido lo perdió y me parece
que ya muchos sólo votarán por él gracias a su gabinete.
especial:
Enrique Peña Nieto. los moderadores y los candidatos no se cansaron de
recordar la ausencia de Enrique Peña Nieto al debate. sin embargo,
entiendo sus razones para no ir y las acepto como válidas; todavía más:
su carta con respuesta me parece la mejor postura que pudo haber tomado,
llena de respeto. los #SomosMásDe131 se declararon abiertamente en su
contra y decididos a impedir su llegada a la presidencia así que no
pueden garantizar imparcialidad y neutralidad incluso si dicen que lo
harán, no querer ver esto es ridículo. no creo que le afecte esto en las
preferencias, ganó por no ir porque los demás tampoco ganaron yendo: el
único que brilló fue Quadri.
dos: el debate y los organizadores.
la
realización del debate me pareció mala. se dividió en tres fases
exageradamente largas y poco provechosas: en la primera, abusaron
innecesaria y ridículamente de la tecnología, no había ninguna necesidad
de tener a los alumnos conectadios vía internet si estaban en la misma
ciudad, la conexión era mala, el audio terrible y la presunción clara.
el formato con réplica es interesante, pero la pregunta inicial me
parecía vaga, con más interés en mostrar conocimiento que en preguntar
algo serio y relevante, como si la intención fuera más llegar a plantear
la réplica incómoda e imposible de responder en treinta segundos. ¿por
qué le darían más tiempo a la pregunta subsecuente que a la respuesta
final? por último, no entiendo por qué quisieron abordar tantos temas ni
por qué decidieron repartirlos entre los candidatos, de maner que no
hubo manera de comparar sus respuestas. si de verdad se sortearon, esto
también me parece tonto, pues no me interesa, por ejemplo, la postura de
Andrés Manuel sobre la democratización de los medios, pues es clara: no
me interesa el azar, ni siquiera me interesa ver un sobre cerrado, me
interesa la relevancia. el único intento por aprovechar el tiempo muerto
-por parte de Quadri- fue silenciado.
en
la segunda parte, la idea de la discusión era abierta pero fue torpe en
la realización. para la tercera, el moderador era invisible y tibio. la
interacción entre los candidatos no fue muy provechosa; Andrés Manuel
se descartó de la discusión siempre, siendo incapaz
de terminar un oración en tiempo razonable. el debate entre los dos que
quedaban no era muy interesante: no tenían de qué hablar al saber que
la competencia no está entre ellos. Gabriel aprovechó muy bien su
tiempo, presentando sus propuestas.
el
hecho de que Josefina haya aceptado estar en una orilla con tal de que
la silla vacía saliera constantemente en cuadro se me hace infantil. me
queda claro que no había condiciones de imparcialidad y no entiendo por
qué los 132 no han entendido que no podían garantizarlo.
me preocupa un poco su visión sobre los medios. me preocupa muchísimo las versiones que circulan sobre que les negaron el acceso a los medios: Canal del Congreso, Milenio, Televisa, y es lo que me tiene escribiendo en un tono tan mala onda.
salió un técnico de Google a desmentir, pero no vi que los propios 132
lo hicieran; un amigo cercano al movimiento me comentó que fue un
problema técnico y declaraciones malintencionadas, pero no vi a Televisa
sacarle jugo y, desde mi ignorancia técnica, la idea de que no se hayan
podido conectar a la señal es algo que no puedo entender.
¿por
qué transmitieron desde una conexión a internet doméstica? ¿es que ni
el ITESM ni la Ibero ni el ITAM ni la UNAM tienen una buena conexión que
hubiese garantizado la cobertura?
aunque
estoy completamente de acuerdo en que es un cambio importantísimo en la
política nacional, creo que pudo haber estado mejor aprovechado, creo
que quedaron a deber, creo que estaban más preocupados por hacer notar
su protagonismo que por aprovechar la oportunidad única e histórica que
se les presentó. me temo que esto haya debilitado al movimiento, pues no salieron tan buenos para entregar como lo son para exigir.