el miércoles en la noche, escribí una pequeña frase en el Facebooks. para ser sincero, tenía yo las peores intenciones: era una burla, un sutil tabicazo a todos mis amigos de la red y juventudes informadas que llevan semanas compartiendo imágenes sobre boicots y odio a Televisa y que en la mañana del miércoles habían compartido el cartel del Corona Capital Music Fest.
era una burla y quizás hasta grosera de mi parte.
recibió varios likes y yo supe de cuatro amigos que compartieron la frase. incluso me pareció chistoso como ellos recibían más likes que yo. supe de un amigo que la puso en Twitter porque me dio el crédito, y desperté con la noticia de que había sido varias veces retwitteada. le perdí la pista y pensé que moriría en el mar de frases mamonas.
escribo esto no para reclamar autoría de la frase, una pretensión ridícula, sino para compartir mi impresión. la misma frase que yo escribí, me regresó menos de un día después, por otros medios y en otro formato:
y sin un acento |
la verdad me da algo de gusto haber tenido mi primer éxito viral, aunque no estoy muy orgulloso de que sea esta burla grosera. al momento de escribir esta entrada, las estadísticas de blogger me dicen que en poco más de dos años, mi blog ha tenido cuarenta y tres mil catorce visitas, en quinientas veintitrés entradas publicadas y cuatro pestañas. mi entrada más popular es la de librerías gandhi, con mil novecientas ochenta visitas -que se deben más que nada a la búsqueda de imágenes de google. le siguen cinco entradas producto de la pasada campaña presidencial: maneras de votar con cuatrocientas, carta abierta con casi trescientas, deslinde y hombre de paja con doscientas y pelo. de las diez más populares, siete son de los últimos tres meses -quizás porque parecen haberse distribuido en círculos priístas secretos. mis entradas cursis favoritas no aparecen, porque no tienen ni cien visitas.
me sorprende pues, que una frase corta y mamona haya volado tanto y tan rápido. mis opiniones mejor pensadas, más fundamentadas, mis investigaciones periodísticas más serias o mis declaraciones de amor más tontas y necias no han corrido con la misma suerte. y me sorprenden otras dos cosas:
(uno) nadie cambió la frase original -salvo por el acento y algunos twitts por el espacio. esto me sorprende porque la he visto compartida por páginas contra la imposición y la frase -como he repetido- es mamona. es decir, hay muchas maneras de decir lo mismo sin burlarse de la congruencia de las juventudes informadas.
(dos) mi intención -la burla- ha sido relegada a la del boicot. quienes la han compartido llaman al boicot del festival. no sé ni qué pensar al respecto, qué bueno que llamen a la congruencia, a ver qué resulta.
me imagino que tiene mucho que ver con los tiempos: la frase surge en la víspera de #OcupaTelevisa. ¡qué interesantes son las redes sociales! empiezo a ver un poco más claro su poder y su alcance.