las agencias y compañías automotrices deberían tener un programa de fidelidad para aquellos que les compramos un vehículo: después de tus primeros cinco mil kilómetros te regalan un llaverito, cuando pasas los diez mil obtienes un cambio de aceite, escogerían un número raro como doce mil trescientos cuarenta y cinco para regalarte un pase para el autolavado y cuando llegues a los cincuenta y cuatro mil trescientos veintiuno, un lavado de vestiduras; con cuarenta mil kilómetros te alcanza para unas balatas nuevas, con ochenta te dan una tarjea de prepago para gasolina y casetas; a los cien mil te regalan dos llantas para que sigas rodando y vuelvas y presumas su vehículo por todo el mundo.