morimos un poquito cada vez que alguien nos olvida:
perdemos cien, doscientos, mil días.
desaparecemos en momentos donde ya nadie se acuerda
que ahí estuvimos.
no queda nada nuestro en este mundo que siempre fue tuyo.
nos extinguimos como el fuego que ya no somos,
del que no queda siquiera calor.
y nadie cree ver en los demás eso que nos distinguía a nosotros.
renacemos con cada persona nueva que aprende un nombre,
una fecha, que comparte un pedazo en esta Tierra.
vivimos en esta tensión que tiende al olvido,
gracias por estar aquí conmigo.