tengo la certeza empírica de que algunas cosas nunca se irán. la primera de ellas tendría que ser esta cosquilla que siento cuando te veo que, si lo pienso bien, me entristece saber la manera en que normalmente desaparece. es sólo de pensar que lleva demasiado tiempo sucediendo, más del presupuestado, y no parece que exista motivacíon ajena o privada para calmarse. la segunda sería esta maldita comezón. rascarse se hace siempre en vano, es el alivio más temporal si acaso existiese alguno; en cuanto me dejo de rascar necesito rascarme de nuevo. no son exáctamente iguales, pero se parecen estas dos cosas. todo lo demás lo dudo un poquito.