aunque uno no lo sepa de cierto, en un momento tan bueno como cualquier otro, termina siendo perfectamente claro cómo es que pertenece a un tal lugar, al lado de ciertas personas. lo más importante en la vida es que esas personas sean las ciertas y aunque uno no lo siente porque vive la vida sin la nostalgia y sin preguntarse todo en todo momento, no hay nada tan placentero como enterarse de cuánto le hacían falta esas ciertas personas en el momento mismo en que las tiene de vuelta.