llegué tarde a mi primer día de verano matemático, unos quince o diez minutos o quizás más. no éramos muchos y estábamos en un salón en el tercer piso del edificio de profesional del Tec de Monterrey de San Luis. lo único que yo llevaba ese día era una pelota de fútbol y un cuaderno de bob esponja, me sentí completamente ridículo. en aquellos tiempos, los entrenamientos de verano de San Luis eran cuatro semanas en el verano, con una de descanso entre cada semana de clase y un examen eliminatorio al final de cada semana par. para ser sincero, recuerdo bastante poco de ese primer verano. recuerdo sólo a unos cuantos: a los que repetían, como Pablo Zubieta del Cobach 28, Rodrigo de la prepa del Tec, Carlos y Alejando -el nefasto- de la UVM. de mis compañeros de generación estaban Poncho, Zaide y Carla Daniela. estaban también los alumnos que habían participado en la tercera ONMAS de ese año, de los que sólo recuerdo a Carlos Zubieta, Luis Daniel, Paulina y Jezael. no recuerdo si Michell estaba entre ellos y estaba ya desde ese año, la verdad mis recuerdos sobre la gente de aquellos días está bastante mezclado. estaba Frankie y la verdad no recuerdo a nadie más. ese primer día vimos geometría, los muy tradicionales problemas de probar que mediana, mediatriz, altura y bisectriz son todas la misma línea en un triángulo isósceles y algunos otros de congruencia de triángulos; no entendí, no los sabía hacer y la mayoría se quedaron de tarea -en aquellos días, los entrenamientos eran sólo por la mañana.
de los entrenadores estaban Carlos Jacob, que nos daba teoría de números, César, que nos daba geometría, Miguel, que nos daba combinatoria, y Ricardo de la O, el segundo y último potosino en ir a la IMO a la fecha, que nos daba algo siempre que se aparecía. yo no entendía nada de las clases de geometría, en parte porque César nos hacía toda la geometría con sus manos, sugiriendo siempre el uso de peyote, y en parte porque mucho de los cursos y las soluciones a casi todos los problemas las terminó dando Pablo, a quien le entendía todavía menos y como era también participante me hacía sentir bastante mal. ya desde la primera semana, yo suponía que los cuatro repetidores tenían su lugar asegurado en la selección y veía a Carla Daniela en el quinto, por ser la mejor de los restantes. así que todo ese tiempo yo estaba trabajando para ser el sexto.
tengo pocos recuerdos de ese año o que sepa ahora sean de ese año, pues los primeros tres veranos están bastante mezclados en mi memoria. alguna vez sí fuimos a jugar fútbol, pero como era en la cancha de básquet, normalmente nos corrían después de pocos minutos si acaso nos dejaban jugar. me llevaba con muy pocas personas, más que nada con Carla Daniela quien, en cambio, se llevaba con casi todos, y como yo casi nunca he sido esa persona incómoda, la verdad sobre todo no recuerdo habérmela pasado muy bien. creo que nunca he tenido mucha confianza en mí mismo, y temía lo peor entre todas estas personas que entendían mejor de matemáticas y cosas de esas. yo no entendía su humor, no sabía ni de qué hablaban.
sí tuve vacaciones ese año, como las tuve también el siguiente, aunque fuera nada más por una semana. ese año fui a Mazatlán con mis primos, pero recuerdo que me llevé mis problemas de tarea de los que hice muy pocos. lo que más recuerdo haber hecho en clase era dibujar y todavía conservo dos o tres libretas llenas de chistes hechos en aquellos días. no recuerdo nada de los exámenes que presentamos, ni en qué lugar iba, sólo recuerdo que pasé los dos y sobreviví mi primer verano. quedaba ya sólo un examen, que sería a finales de septiembre o principios de octubre, para elegir a los seis que serían la selección. mi predicción de selección se cumpliría casi por completo.
