todo proyecto que iniciamos en la vida -nuestra educación, principalmente la que deja de ser obligatoria, una banda musical, un blog, una empresa, una relación, y mucho más obvio una mascota o una familia- es como un bebé. no tanto en el sentido de que es hermoso y sólo cada uno de nosotros entiende lo hermoso, importante y especial que realmente es y mucho más como que lo único que hace por años es dormir, comer y cagar. y es verdad, desde antes de que nazca, el bebé sólo toma. el bebé es un ser indefenso que depende de aquellos que le dieron la vida para sobrevivir: quiere comer pero no puede alimentarse, caga y caga pero no puede limpiarse, no puede ni mantener su cabeza erguida. y al bebé no le importa si tu día estuvo muy pesado, si tu jefe te hizo trabajar hasta tarde o tienes muchísima tarea; al bebé le tiene sin cuidado si vienes de una fiesta o mueres por ir a una, si quieres un descanso, si te quedas sin trabajo o la canasta básica sube; el bebé no tiene ningún interés en tu videojuego nuevo o tu enfermedad; finalmente, al bebé le valen madre todas tus explicaciones, cuentos y excusas: si no le das de comer, se muere. y ya.