viernes de rechoncho de contentez

muchas veces cuando uno está triste por las cosas que ya pasaron, que posiblemente no pasaron como uno hubiese querido y que ya están tan pasadas que poco puede hacer uno para remediarlas, es normal que alguien cercano trate de reconfortarlo a uno diciendo: "todo pasa por una razón". déjame decirte que así es, todo pasa por alguna razón; pero hay una sobre todas que es la más importante: las cosas pasan porque queremos que pasen. la verdad es que hay muchas cosas en este mundo fuera de tu poder y no importa cuánto lo quieras, esas cosas nunca van a suceder -y si suceden, es probable que no sea gracias a ti. hay un puñado, sin embargo, que puedes hacer que pasen y ese puñado debes tomarlo con las dos manos. conoce tus límites, para saber cuándo ilusionarte y pon la excusa que tú quieras: di que fue el clima, que las cosas pasaron tan rápido que ni tiempo tuviste para darte cuenta, que te lo mereces, que sólo había un par y era justo de tu número, que creías que nadie te estaba viendo, que ultimadamente te vale madre lo que piense la gente, que lo has deseado por tanto tiempo, que te encanta; di lo que tengas que decir pero haz que suceda. no te sientes a ver cómo pasa tu vida, invita a alguien a pasarla juntos.