por tercera vez esta semana, metido en mi casa todo el día con los chavitos onmaps, entrenando. pero hoy es algo distinto. hoy es día del niño. hoy es el último día de vacaciones. y aquí estamos. estamos entrenando, aunque no estaba planeado, porque ellos lo pidieron; porque vieron sus resultados del regional y dijeron Puedo hacer algo mejor, y se dijeron No me he entrenado tanto para esto, y en lugar de rendirse, en lugar de tirar la toalla y decir Hay gente mejor que yo, Ni modo, decidieron que iban a morir dando pelea y me pidieron más entrenamientos. y por eso aquí estamos hoy -o estuvimos. yo sé que se piden deseos en navidad o en el cumpleañs, cuando apaga uno las velas de su pastel; la mamá puede pedir lo que quiera en su día y yo ya no soy muy niño pero como Peter Pan a veces quisiera nunca haber dejado de serlo. por ello, si acaso se pudiera pedir un deseo hoy también, yo tengo muy bien pensado el mío: quiero recuperar la energía que tenía hace algunos años en la olimpiada; estos chavalitos me regresan la fe pero ya no tengo la fuerza y -muy en resonancia con mi discurso de clausura- ya no siempre me siento feliz aquí; me siento cansado y ya no me puedo levantar por la mañana, me siento harto y ya no puedo tenerles paciencia, ya no puedo explicar dos veces. pero quiero seguir así y por eso pido esto: más fuerza, más energía. es lo único que quiero: poder responderles el esfuerzo y las ganas con la misma intensidad. poder jugar con ellos otra vez incluso si yo ya había dejado de participar antes de que todos ellos terminaran el kinder. quiero poder ser un niño aquí, en la olimpiada, el lugar donde están mis amigos, donde encontré mi primer gran amor, desde donde todavía creo puedo cambiar al mundo.