a mí se me da querer muy fácil. no sé por qué y no sería un problema si no fuese un problema. seguro sí busco el cariño que reparto y esas psicolgías; aunque soy pésimo para entablar conversaciones con extraños o para esos primeros pasos de dejar de ser extraños, la cosa es que después me encariño con facilidad. no me molesta ni me cuesta trabajo decir cosas como Te quiero, y siempre las digo sinceras. pero esas cosas están tan sobrevaloradas -o devaluadas- que no se toma en serio o verdadero o yo qué sé, no importa. y con la desesperación que me caracteriza, es común que si algún día se me quiere de vuelta, para cuando eso sucede yo ya estoy de vacaciones. ya no más, ahora puedo esperar sin que la espera me canse. a veces me sorprende que la gente quiera con tanta dificultad, que crea que un corazón roto o una traición es lo peor que les puede pasar en la vida; yo no sé, es feo, pero no es el fin, incluso si lo parece tantas veces. me ha estado pareciendo estos días que he dejado de escribir bien, si es que alguna vez lo hice. cada vez más me queda claro que hace falta un cambio de aires.