esta es mi lista de personas más favoritas en el mundo mundial
tu nombre está aquí, más o menos a la mitad
pero tu cuarto tiene vista al mar, tele satelital,
comodidades dignas de una princesa de verdad.
debo admitir que tu aparición aquí es un capricho del dueño
quien ante el comité en pleno presentó tu caso a consideración:
un expediente delgado, con frases bien trabajadas.
tu nominación venía apoyada por supuestas
“aportaciones al campo de pláticas nocturnas sin sentido”,
“capaz de continuar incluso después de haberse despedido”,
por consejos sinceros, dichos a ambos lados de la trinchera.
quisiera notar, a estas alturas, que hace mucho alguien así no estaba también
en la categoría de “no puedo evitar verla caminar mientras se aleja”,
quizás una omisión con un guiño,
quizás un viejo cuento de un viejo niño.
puestas una tras otra, cada una de estas anécdotas,
no creo se extiendan siquiera por una semana;
eres, pues, una entrada nueva, una apuesta sincera,
y hasta hoy esta misma mañana,
compañera de pequeñas aventuras no muy lejos, no muy cerca.
tu nombre aparece aquí y estoy seguro hay quien dirá que no te lo mereces,
que no te lo has ganado,
pero el corazón no sabe lo que quiere porque así son los órganos a veces,
y los instantes que me regalas
los recuerdo incluso en mis terapias;
tu paciencia para mi necedad, tus cambios de tema para mi insistencia,
tu buen humor para cada una de mis torpezas,
tus desplantes tan sólo para mis manos llenas.
a lo mejor no te das cuenta que lo sabes todo de mí,
que las veces que he estado en tus manos me he sentido seguro
que intentaré estar ahí siempre, contigo
pero como sabemos que eso no se puede
termino de ofrecerte mi corazón por si llueve,
que un cachito es tuyo incluso si no lo quieres,
por si un día te cansas de tan pocas sutilezas,
de canciones atrapadas en tu cabeza,
de buenas y de muy malas compañías
en tu suite reservada para princesas,
en mi lista de personas más favoritas.