hace bastante poco me dijeron que la razón por la que yo quería ser delegado es porque nunca estoy contento con lo que soy o lo que tengo y siempre quiero algo más: cuando era participante quería ser entrenador, cuando era entrenador quería ser delegado, y ahora que soy delegado quiero ser del comité nacional y si eso algún día se da, querré ser presidente de la olimpiada. eso es ligeramente erróneo, cuando era participante, no sabía qué estaba haciendo, hasta que llegué al nacional y era bronce y más bien quería ser oro; no es que quiera ser comité nacional, es sólo saber que no lo seré y, finalmente, yo sé que ustedes quieren que yo sea presidente del mundo.
Jacob nos lo había anunciado desde el verano: él quería, como delegado, ser invitado a una internacional y con eso consideraba que había obtenido de la Olimpiada todo lo que le pudiera dar -un límite que comparto. así pues, ese verano alcanzó su meta cuando fue invitado a formar parte del comité de la International Mathematical Olympiad que se celebró en Mérida, Yucatán. no sólo eso, estando allá le ofrecieron una plaza en la UADY y regresó con la noticia de que no sólo dejaba la delegación, además dejaba el estado. no recuerdo cuándo se fue, creo que hasta enero. así, el primer Campeche fue su última Olimpiada como delegado estatal. lo acompañó Pablo como co-delegado y antes, en Guanajuato, Miguel había llevado el papel de delegado durante el evento. sin embargo, cuando llegó la junta para decidir el futuro de la delegación, ninguno tenía la experiencia necesaria.
sí recuerdo la primera vez que dije que yo quería ser delegado. fue después del intercampus en Guadalajara. le dije a Jacob que yo sería el delegado después de él y que conmigo quedaríamos en primer lugar. no sabía entonces -ni sabía dos años después- lo que significaba ser delegado.
si alguno de nosotros no podía serlo, tendría que ser alguno de los profesores de la Facultad de Ciencias de la UASLP. el que se tenía en mente como interesado, el también delegado estatal de la Olimpiada de Física y a quien conozco únicamente como "El Flash" era una opción que nos aterraba a todos. así pues, Miguel, que estaba por graduarse de dicha facultad e iniciar su maestría en el Instituto de Física, consiguió el apoyo por parte de dicho instituto para conseguir que la delegación se quedara entre nosotros, los chavos. en un principio, Miguel tenía pensado hacer su maestría en otro lado y Pablo estaba por pasar un año en Francia, por lo que el "mayor" siguiente era yo.
se hizo oficial en noviembre, en la última junta del Nacional como es costumbre. Carlos Jacob Rubio Barrios ya no era delegado por San Luis Potosí y en su lugar entraba Enrique Miguel Arroyo Chavelas. en la primera junta que tuvimos, en diciembre, no hubo más que mucha buena vibra, planes para mejorar, excelentes intenciones pero sobre todo, había muy poca experiencia. la Olimpiada quedaba en nuestras manos y no teníamos mucha idea de qué hacer.