hace más o menos dos meses, tres días y una cantidad incierta de horas estuve triste. sé que no será la última vez en mi vida en que esté yo triste y eso me pone contento. ese día llegó el día que tanto había yo esperado, ese día fue el día al que normalmente nos referimos como "después", ese día era por fin, el "luego", el "algún día". ese día llegó un hombre de gabardina oscura y sombrero que le tapaba el rostro en plena primavera y me entregó un portafolio lleno de cupones expirados, de pagarés de bancos que ya no existen, de cheques en blancos escritos hace años y todavía más posfechados. eso fue después, pero antes había llegado un día así. cuando el silencio te incomodó tanto nos entregaron un paquete lleno de promesas; lo que más necesitábamos, unas instrucciones, un salvavidas, un ahorro, un plan de salida no estaba en la caja. eso que dicen de los castillos sobre aire y eso que dicen del futuro y de los días y del tiempo que pasa y todo eso que dicen no siempre lo dicen nada más por joder. hoy estoy contento.