las palabras son las mismas, el lugar, la situación, los tiempos, a lo mejor incluso el programa en la televisión, el sillón de la sala, la ropa que traigo puesta y mis intenciones, la posición de mis manos. lo único que cambia es la voz que contesta y que a veces me sorprende, pero se siente tan bien que no voy a tardar nada en acostumbrarme.