la afamada nutrióloga que no se aprende tu nombre te entrega un menú con porciones por cada comida. los grupos de alimentos han sido divididos de una manera que nunca se te había ocurrido y cualquiera diría que no sabe contar más allá del tres.
no sólo tenemos verduras en dos grupos distintos, las que son agua solidificada con colorante, y las que por mucha resistencia que opuso tu tú de niño, te gustan. esas son las que no puedes comer. y todo lo que no sale en la lista, te puedes preguntar. nada de eso existe ya para ti: delicioso tocino, deliciosas carnitas, delicioso chorizo, no tan deliciosos pero baratos frijoles, ni siquiera la tan necesaria crema.
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| por eso me cuesta tanto trabajo subir escaleras |
y para acabar, las porciones vienen dadas ya sea en formas ridículas como media manzana o doce uvas, además vienen en maneras tales que necesitas volverte una abuela o mamá obsesiva para conocerlas bien: treinta y cinco gramos de carne, media taza de pasta, un octavo de aguacate, cuarenta gramos de queso panela. la nutrióloga intenta echarte la mano diciendo que treinta y cinco gramos son una cucharada grande, lo cual por supuesto no te deja nada más claro porque, o bien es muy poco, o bien nunca ha visto la cuchara con que me sirvo.
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| esa niña estaba deliciosa y ¡sólo quinientas calorías! |
más o menos puedes calcularle con el queso, a ojo de buen cubero, pensando que todo el bloque son digamos doscientos gramos, la mitad cien, la cuarta parte cincuenta y un poquito menos son cuarenta. o bien, descubres que treinta y cinco gramos son la masa drenada de una lata de atún de las normales, y ahí te tienen como pendejo, llevando tu lata lavada a todas partes.
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| al menos es más varonil que la báscula de mamá |
pero la cosa empeora. unas tres o cuatro semanas dentro de la dieta, empiezas a ver todo según las porciones que tienes permitidas. ¿dos tacos? más o menos una porción de carne y dos porciones de cereales. si no comes con tortilla, puedes comer un poco más de arroz. si dejo este pedazo de carne, puedo ponerle doble rebanada de jamón a mi emparedado de la cena.
