no pocas veces he deseado viajar en el tiempo para tratar de enmendar un error o para apostar al equipo ganador o comprar el boleto de lotería correcto. muchas veces en la escuela se me ha ocurrido pensar que todo el tiempo nos enseñan cosas que a los genios de su época les tomó toda una vida poder descubrir o inventar o formular correctamente y que, sabiendo lo que sé hubiera vivido antes que ellos, yo sería el genio más genio de todos. ahora pienso que haría el ridículo: estoy absolutamente seguro que no podría inventar una computadora, un iPod, un automóvil, una licuadora o tostadora antes que nadie pues no creo poder armar una hoy en día cuando encuentro todas las partes disponibles en tiendas; si con suerte puedo enunciar correctamente algún teorema matemático importante, probablemente no sabría demostrarlo bien y con toda seguridad no tendría ni idea de cómo aplicarlo de manera útil -es más, estoy convencido de que terminaría por enunciarlo con todo y el nombre con el que lo he aprendido, incluso si la persona cuyo nombre lleva no ha nacido; si acaso pudiera exponer alguna teoría literaria o lingüística que es vigente actualmente, ¿quién me haría caso? en el mejor de los casos sería considerado, en la miniatura historia de dichas disciplinas, como un adelantado a mi época; ni siquiera estoy seguro de ser capaz de recitar de memoria ninguna gran obra maestra, de reescribir las grandes palabras de Shakespeare, Whitman, Donne, Neruda, Sabines, Borges o Saramago antes que ninguno de ellos, incluso si les llevo mil años y la obvia ventaja de haberlas leído antes, ni sería capaz de tocar completo en la guitarra un disco completo de los Beatles o del Tri, para el caso -se me ocurre que con mi memoria actual, no podría recordar los números ganadores de la lotería si no los llevo anotados en el celular; ¿cómo llegaría de este mismo lugar hace cien, trescientos o mil años a los lugares donde estarían ocurriendo las cosas, los lugares correctos para el tiempo que ya sé es el correcto? no voy a llegar lejos sin dinero, ni piernas fuertes ni una bici: ¿cómo cruzaría el Atlántico para volver a cruzarlo y descubrir así América antes que Colón?
entonces me quedó claro: ¡cuántas personas actualmente rondando el mundo serían turistas del tiempo! abandonados a su suerte sin posibilidad de volver o viajar con todo y sus apuntes o máquinas o pinturas, terminan perdidos en un tiempo en el que no tienen identidad, lugar dónde vivir ni habilidades útiles para sobrevivir. todo vagabundo sería, además, vagabundo transtemporal: comprando boletos de lotería ganadores sin poder recordar la fecha del sorteo, enunciando en plazas y calles teorías avanzadas que no recuerdan completas y no hacen sentido para nosotros, escribiendo poemas de amor para alguien que extrañan mucho y que nunca verán nacer, sabiendo quizás por qué callejones asomarse, que día, a qué hora, tan sólo para verte pasar, el resto de su día terminando la prueba de un teorema, la obra ganadora de un Nóbel, la máquina que pueda llevarlos de vuelta a un tiempo que ya tampoco es suyo.