martes de argumentos

frecuentemente me encuentro teniendo discusiones no sobre quién tiene la razón, sino sobre la validez de los argumentos. me imagino que para los demás pueden ser bastante molestas y no sé por qué insisto en ellas si la mayoría están viciadas desde el principio: la mayoría de la gente que ofrece argumentos ridículos para defender sus decisiones o puntos de vista o no está consciente de que son falaces o no está dispuesta a admitir que son falaces. es la clase de gente con lógica flotante, para quiénes repetir sus mismos argumentos en tu boca y no la de ellos, los vuelve los insultos o las excusas que son; las personas que prefieren inventarse reglas sosteníendolas en reglas inventadas para decir que así son las reglas, en lugar de nada más aceptar que es porque él decide, es porque ella lo quiere. con esa clase de personas es imposible tener una conversación de verdad: creen que las discusiones hay que ganarlas, creen que tiene la razón el que habla primero, el que grita más fuerte, el de más credenciales. mala cosa para volver a escribir.