hace poco más de veinte años, la gente no se hablaba por teléfono porque la larga distancia era muy cara. hace tan poquito como diez, casi todos traían celular, pero casi nadie con crédito. el internet existía ya, pero era lentísimo y servía para muy poco: los profesores se oponían a Encarta y no a Wikipedia. esto de que la gente se comunique todo el tiempo es algo mucho muy reciente y me parece triste que con tanta comunicación, no nos entendamos. con tanta información disponible, vivimos del chisme, del rumor, de las malas opiniones y los infogramas maliciosos sin cuestionar las fuentes, creyéndonos críticos. yo tampoco tengo certezas y comparto tan sólo mis dolores, mis inquietudes. no nos comunicamos para unirnos sino para quejarnos, para destruir, para creernos una revuelta, parte de la solución: desde pequeños aprendemos a poner el granito de arena y no sé cómo haríamos eso sin las redes sociales hoy en día. llamamos al boicot y nos llamamos hipócritas: no estás con la causa, pero fracasamos en ver el panorama completo.
nos quejamos que gente que no entiende el internet quiere regularlo. yo sinceramente creo que alguien debería: es un lugar hermoso, no uno para el crimen. es natural que nos opongamos a SOPA, PIPA, CISPA, pero no las entendemos del todo. por supuesto que quisieran terminar la piratería en lugares donde sí pueden controlarla, cualquier negocio legítimo querría eso. pero tememos censura, tememos robo de identidad. nos quejamos de que facebook y google regalan nuestra información personal o historial de búsqueda a las compañías pero nunca leímos los términos y condiciones del servicio. no nos ponemos a pensar que eso es exactamente lo que hace cualquier compañía que vive de publicidad: te dice por aquí pasa cierto grupo de edad, con cierto poder adquisitivo, con ciertos gustos; si ellos tienen más información es tan sólo porque se las hemos dado. nos da horror que subir fotos a internet las haga propiedad de las redes sociales pero no entendemos que si no tuvieran la licencia -que les otorgamos al dar click sin leer- podríamos demandarlos por infracción de derecho de autor simplemente por compartir la foto o, digamos, este blog. y si lo logramos, y si de verdad boicoteamos los enormes corporativos
detrás de las leyes que no nos gustan y si nadie vuelve a ir al cine ni comprar nada en ningún lado ¿cuántos empleos se habrán
perdido? ¿cuánta gente ya no tendrá con qué? repudiamos a las compañías que comparten los datos que les damos derecho de compartir pero admiramos a los hackers que pueden obtenerlos pese a todo.
no nos entendemos.
No vayas al cine, esa es fácil. No vayas a Disneyland, ok. ¿que tal no uses Visa? ¿no uses MasterCard? ¿no uses Facebook? ¿no uses Microsoft? no eres menos hipócrita por ser el primero en aventar la piedra. queremos combatir las grandes corporaciones pero nuestros esfuerzos sólo terminarán con los empleos de algunos pocos: las cadenas de tiendas como Walmart, Oxxo, Home Depot, Office Depot, Comercial Mexicana han devastado las pequeñas economías locales, pero lo hemos permitido por comodidad; combatirlo ahora terminará con esos pocos empleos que generan, la riqueza no se quedará si no entendemos que el cambio está en nosotros. también podemos dejar de comprar discos y dejar de ir al cine, pero la culpa no la tienen los artistas ni las grandes historias que se pueden contar, las grandes canciones que se pueden componer, los mundos mágicos que se pueden crear y que yo no quiero privarme de vivir. ningún político nos va a enseñar a no tirar la basura en la calle, a no pasarnos el semáforo, a respetar al vecino.
una de las cosas que me mantiene despierto de noche, uno de mis mayores temores, una de mis pesadillas es descubrir un día que no existe un complot. que no hay villanos, que no hay corporciones malignas orquestando planes oscuros para dominar el mundo, que no hay una agencia dedicada a propagar el crimen y el mal y el pecado y que no hay un diablo, un padrino y que sólo somos nosotros. que todo esto que nos pasa y que todo esto que nos viene es sólo culpa de nosotros.
