supón que eres un joven que quiere participar en la Olimpiada de Matemáticas. ¿qué haces? es en serio, ¿qué haces? es decir, la mayoría de los olímpicos se enteran por la escuela pero qué tal si no, supongamos que tu escuela ni participa y te enteras. pues vas y le dices al profesor o algo. en un buen caso, tal vez tu profesor te puede ayudar, tal vez tiene tiempo e iniciativa para buscar problemas, ponértelos, revisártelos, corregírtelos y tratar de explicarte las soluciones, aunque lo más probable es que no. a lo mejor tu hermano mayor o algún primo o tus papás pueden hacer eso por ti. a lo mejor tú mismo buscas problemas en internet y haces tu mejor esfuerzo por entender qué te están pidiendo y qué está pasando, hay muy poco material para iniciar en internet, los libros de texto todavía son más o menos difíciles de conseguir y a lo mejor no son claros en una primera o segunda leída. es decir, lo más probable es que no tengas quién te ayude a comenzar. y ese es el problema. vas al examen y te va bien o te va medio mal o cómo te vaya, si no entras a la preselección a recibir entrenamientos, ¿qué va a cambiar?
ahora, suponiendo que hablo de un tema radicalmente distinto, imagina un trabajo donde se contrate jóvenes recién egresados porque a ellos se les puede pagar nada, donde si ellos no quieren o no pueden, pues ya llegarán otros que sí, que quieran hacerlo gratis. imagina que su labor, aunque sea altamente especializada, requiera años de preparación y cientos de horas de esfuerzo, nunca pase de "servicio social" o de algo por lo que la gente en el mejor de los casos dice gracias porque a veces ni eso; después de todo, es su "trabajo". es un trabajo por el que te juzgan si pides "cooperación" cuando trabajas horas extras, cuando trabajas por encargo. no es la reforma laboral, es lo que viven los entrenadores de Olimpiada de Matemáticas de muchos si no todos los estados del país y a lo mejor de todos los países; se confunde nuestra pasión, nuestro gusto y amor y nuestro compromiso con nuestra responsabilidad, nuestro deber, nuestro trabajo.
esas dos cosas son las que me propuse tratar de resolver con CARMA/Casa Olímpica. el entrenador sigue trabajando, pero recibe algo; gana más por hora que el salario mínimo por hora, aunque tristemente trabaja por hora y por comisión y tiene pocos alumnos; gana haciendo lo que siempre hace, lo que le gusta hacer, lo que sabe hacer. y el chico puede encontrar un lugar donde le ayuden, donde le preparen, donde pueda encontrar un empujón o una guía para iniciar.
no puedo ser lo suficientemente enfático en esto: los cursos que tradicionalmente da nuestra Olimpiada siguen y siempre serán gratuitos: las seis semanas en el verano, los dos fines de semana en abril, la semana de pascua, los fines de semana de septiembre a mayo. este año pensamos que más gente podía ir al verano si pagaba: es un modelo que copiamos del entrenamiento nacional -las platas repetidoras van pagando.
en CARMA cobramos, sí. cobramos sesenta pesos la hora y si pagas mensualidad cuesta cuarenta pesos la hora. ¿cuánto cuesta regularizar? ¿cuánto cuesta un profesor particular por hora? ¿cuánto cuesta un curso de algún idioma? ¿la clase de tae kwon do? ¿la membresía en el club deportivo? los gobiernos a través de casas de cultura o centros a veces ofrecen digamos clases de pintura o de atletismo, porque deciden invertir en eso; ¿dónde más encuentras alguien que te ayude con esto? en CARMA cobramos, sí. pero a nadie que haya ido y dicho Quiero entrenarme pero no puedo pagar, se le ha negado nunca nada. cobramos porque cuesta, porque lo que reciben tiene un valor. la única diferencia que jamás hemos marcado en la Olimpiada es entre la gente que trabaja y la que no; nunca hemos alejado a nadie porque no tiene dinero, nunca hemos excluido a un niño animado y talentoso porque no tiene dinero y nunca lo voy a hacer. ¿quieren? pidan. yo estoy los martes de cuatro a ocho. CARMA está pensado como una empresa, sí, una empresa de olímpicos; el que pide trabajo se le da. al menos la mitad va siempre para los que dan las clases ahí. el que quiere ir a cotorrear es bienvenido, el que quiere ir a hacer problemas con los olímpicos va y los hace.
no he hecho todo lo que podía hacer: vamos a ganar. no sé si este noviembre, pero algún año vamos a ganar. vamos a volver a la internacional, vamos a ir a la centro. no he hecho todo porque la Olimpiada puede llegar a todas las escuelas, a todos los profesores y subir el nivel de todos y cada uno de los niños desde primaria, puede darle herramientas al docente, puede cambiar la educación matemática y científica de este país y lo voy a intentar.
CARMA es un buen proyecto, es noble. he hecho una buena labor al frente de las Olimpiadas en San Luis Potosí y la defenderé siempre que sea necesario. es lo que más me gusta hacer, es lo que mejor sé hacer y mientras pueda, lo seguiré haciendo.
