los míercoles se están convirtiendo en mis días favoritos de la semana. de entrada, es un día académicamente sencillo: si bien nunca hay que hacer demasiado, prácticamente nunca hay tarea para los miércoles. además, en dos materias -que son con el mismo profe- lo que tenemos los miércoles es Club de Lectura, o sea que mi tarea es leer un cuento de Borges para platicárselo a mis compañeros. además, no es uno de los días que entro a las siete -aunque, como mi celular sólo tiene para poner una alarma y Totoro no distingue un día del siguiente, de todos modos me despierto a las seis, pero me vuelvo a dormir.
lo siguiente que hace el día tan bueno es que los miércoles desde hace cinco como con Dulce. puede sonar medio bobo pero algo que no habíamos hecho: juntarnos a comer ella y yo y después seguir con nuestro día. dos veces hemos comido tortas, una vez hamburguesas, otra mariscos y una especial comimos caldito de res comprado de no sé qué cocina económica. dos veces comimos en Carma y otras tres comimos fuera. no podemos dedicarle más de una hora u hora y media porque ambos tenemos lugares a dónde ir y tareas qué hacer y cosas de esas. pero ese ratito podemos platicarnos del día sin mucha prisa, sin que intermedien los mensajes de texto. podemos conocernos en contextos distintos y proponernos probar cosas nuevas. trabajar juntos para ampliar nuestra zona de confort o salir de ella juntos para cotorrear.
desde hace seis, los miércoles publicamos una sección en el blog de la Olimpiada titulada "Después de la Olimpiada" que a fuerzas me recuerda a "Detrás de las Risas". la respuesta ha sido sensacional, tanto porque varios olimpiquitos han compartido su experiencia para los demás como porque recibe muy buenos comentarios de la gente.
los míercoles no doy clases en Carma que, aunque me gusta mucho, es un buen descanso del resto de la semana. en su lugar, doy asesorías de matemáticas en un centro llamado Tasaloua, anexo a la Correccional. llegué ahí invitado por Víctor, el papá de Luis, quien es el responsable de tan bonito proyecto. llevo más de dos meses visitando los miércoles y he trabajado con sólo cuatro personas distintas; desde hace un mes, ha sido siempre con la misma.
el chavo con el que trabajo estuvo encerrado no sé cuánto tiempo ni sé por qué razón. según me cuentan, tenía fama de ser demasiado violento, lo que le entregó ciertos beneficios -como tener su "cuarto" propio (una de las celdas de aislamiento era permanentemente suya) en lugar del dormitorio común- entre otros. tampoco sé desde cuándo salió pero sé que trabaja todos los días en una tortillería de las cinco de la mañana a las cinco de la tarde -los miércoles nos vemos a las seis. también estoy seguro que pocas veces he conocido a una persona tan decidida como él a seguir adelante: está terminando la prepa abierta y desea algún día poder estudiar alguna carrera universitaria pero no sabe bien cómo -quiere estudiar Administración para ser su propio jefe. si lo pienso demasiado, siempre llego a la conclusión de que la vida es terriblemente injusta. dice que "ya perdí mucho tiempo ahí encerrado", pero que "me ayudó a entender muchas cosas". tiene heridas visibles en los brazos, perforadas ambas orejas, aunque no es muy alto se ve que podría tirarme de un golpe y llega los miércoles con su uniforme de la tortillería Miranda.
tampoco he conocido a alguien que esté tan convencido de que las matemáticas le van a servir para algo. a lo mejor no sabe para qué, pero tiene bien claro que "las matemáticas están en todas partes, ¿verdad?". y esa es parte de la magia: pese a haber estudiado la secundaria adentro de la Correccional y estudiar la preparatoria abierta en más o menos un año -lleva un poco más de la mitad- en donde los contenidos son monstruosos y platicados en su clase semanal de cuarenta minutos, pese a lo que uno pueda pensar, él tiene hasta gusto por la matemática.
hemos visto círculos y parábolas en analítica, aprendió a dividir sintéticamente en chinga y sin errores. a veces nos detenemos a platicar pero la hora o dos horas que estamos ahí, estamos sólo haciendo matemáticas, platicando un poco de qué más hay, para qué sirven, qué explican. estamos sentados en la misma mesa tratando de hacer la misma división sintética, buscando las raíces a prueba y error.
llego a mi casa y ya oscureció. me quedo un rato con Totoro jugando su favorito llamado aviéntame-la-pelota-y-luego-persígueme-para-quitármela-de-la-boca-y-vuélvemela-a-lanzar. es decir, lo demás se parece a un día cualquiera: pendientes, publicaciones en facebook, pendejadas en tuiter, exámenes de la Olimpiada, correos, watch-simpsons-online.blogspot.com, Después de la Olimpiada. mi papá llega tarde a la casa y a veces todavía podemos platicar.
algunos miércoles hasta me baño.
