viernes, 27 de septiembre de 2013

viernes trabajo en equipo

estoy bastante confiado en que ninguno de mis nuevos compañeros conoce mis hábitos quinceañeriles de escribir en el blog como descarga emocional y llamada desesperada de atención y en abuso de esa confianza me animo a platicar de mis experiencias. entiendo perfectamente que quizás no debería platicar cosas así, pero lo hago en parte porque no tengo amigos con quién criticar; en breve quedará claro por qué.

literatura, lingüística, filosofía, matemáticas no son áreas en las que se trabaje mucho en equipos. eso no quiere decir que el trabajo sea siempre individual sino que la parte colectiva suele ser más bien la socialización del conocimiento, es decir, ver si estamos entendiendo lo mismo o comprobar o validar nuestro trabajo. sin embargo, no sólo la enseñanza es en gran medida una actividad en equipo -donde docente y alumnos deben contruir acuerdos, docentes con otros docentes, etcétera- además, todavía hay muchos profesores que creen que proponer dividir al grupo en equipos es the ultimate estrategia pedagógica. 

he tenido varios problemas con mi nuevo equipo. 

estamos tratando de diseñar una situación de aprendizaje, nuestro tema es la pendiente, la relación entre la pendiente con el ángulo de inclinación y la razón entre cateto opuesto y cateto adyacente. es un tema bonito, por cierto. quedamos que cada uno de los cuatro llevaríamos una propuesta para trabajarla, pero que la enviaríamos por correo el día anterior para llegar preparados. 

uno de los integrantes hizo su planeación sobre el Teorema de Pitágoras y la mandó ligeramente fuera de tiempo. los otros dos no la mandaron, pero uno lo llevó impreso y no era tan situacional, pues partía de definir cada una de las seis razones trigonométricas conocidas por el hombre; el tercer compañero nos aplicó la de "mi perro se comió el internet de mi casa" y mejor nos la platicó. iba más o menos así:

"Hay una serie de puntitos aislados en un bosque -que es como el plano- y lo que tiene que hacer el alumno es trazar la línea que lo une con el centro y decidir si el puntito está sobre el seno o el coseno o la tangente."
lo interrogué por mucho tiempo tratando de averiguar exactamente qué significa que algo esté "sobre el seno o el coseno o la tangente" pero más que nada recibí explicaciones del tipo "sí, creo que ahí es donde a lo mejor no nos entendimos". mi propuesta era trabajar con los triángulos imposibles, ya nomás metí como excusa que era para el INAH que ofrecía becas millonarias a quien pudiera resolver este antiguo misterio maya. 

y se los platico para que vean que yo tampoco sé qué pedo
en clase improvisamos una situación en que uno tendría que calcular la pendiente de los callejones de Guanajuato; para empezar, mostraríamos tres caminos para llegar al Pípila marcando clarament el ángulo de inclinación para preguntar sobre qué calle preferirías subir. uno de los compañeros se ofreció a hacer los dibujos. se tardó dos días y  mandó esto:








le contesté por correo diciendo

"creo que están mal rotuladas las del Pípila, pues el ángulo de 45° debería estar menos inclinado que el ángulo de 60° y así como están, crearía el efecto contrario al deseado. es mejor que si ponemos que es un ángulo de 45°, 30° o 60°, efectivamente sea de esa medida."
a lo que recibí la respuesta de
"Si. Tienes razón. Es una lastima. No se como calcular los ángulos aquí en mi programa. La cuadrícula no se puede agregar. Es lo que puedo entregar. Si te parece puedes utilizarlas para realizar las correcciones.
Saludos."
cuando nos volvimos a encontrar en clase, comenté que las imágenes no eran las adecuadas y -puesto que el primer voluntario se ofendió por mis comentarios- otro compañero se ofreció a hacerlas. entregó algo si quizás no una obra de arte, definitivamente algo útil para la situación propuesta.



el resto de la situación consiste en ayudarle a tu abuelita a descubrir la pendiente de su callejón, porque el Ayuntamiento de Guanajuato aprobó una regulación que dice que toda calle con pendiente mayor a X debe contar con escaleras eléctricas o elevadores mágicos. el compañero de los primeros dibujos ya no se ofreció a nada -yo diría que, si acaso, se dedicó a estorbar-. el compañero de los segundos hizo varios intentos sucesivos -todos mediados por algún comentario mío de qué faltaba o cómo mejorar. 



es decir, entendió todo comentario como la manera de avanzar y siguió trabajando hasta construir algo que ambos creyéramos que ayudaría más para la actividad propuesta. al final, pudimos construir algo así


como un modelo sobre el cuál seguir mejorando. es decir, me gustó trabajar con él precisamente porque se puede trabajar. los otros compañeros -el del perro internauta y los primeros dibujos, así como el que se dedica a estar de acuerdo con el que esté hablando más fuerte- no sé bien qué creen que es trabajar en equipo. sin embargo, yo soy de esos patanes que prefiere trabajar solo. las ventajas de trabajar en equipo -recibir distintos puntos de vista, retroalimentación, dudas- tienen supuestos muy fuertes sobre los integrantes como capacidad para emitir una crítica, recibirla, capacidad para formular una opinión propia, ofrecer otros puntos de vista, construir contraejemplos, etcétera. 

el trabajo en equipo ya sea en la primaria, secundaria, preparatoria, universidad, academia, fábrica, empresa, colonia, sociedad, termina por volverse una terrible carga, un obstáculo. 

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