la verdad es que no creo en andar por la vida ayudando a extraños al azar, ni entre los más necesitados, hago poco por las personas que no conozco. yo vivo bajo la idea de ayudar a mis más cercanos: mis familia, mis amigos, mis compañeros, mis alumnos y maestros, incluso si no les falta la comida ni el techo, pero también cuando ocurre. pero estoy seguro de que a veces, aunque sea por instantes breves, es un extraño la persona que tienes más cercana, y nadie es un extraño después de que lo ayudas.
sal allá afuera y cuenta un extraño menos.