siguiendo con las reflexiones de la Olimpiada, nos quedamos en que hay estados en los que la Olimpiada no está realmente funcionando como debería. ¿cómo debería? ese es posiblemente un tema para una entrada más larga, quizás filosófica. en fin. ni la distribución de la población, ni el bajo y generalizado nivel de la educación básica en el país ni la mala suerte explican -o justifican- que haya estados enteros que saquen menos que participantes individuales, que haya participantes que no sumen puntos en el examen o delegaciones sin reconocimientos.
ahora: un alumno excepcional no necesita más que le digan Acá está este concurso. los excepcionales harán el resto por su cuenta, pero nunca cae mal que se les explique. el problema es que hay alumnos que no tienen ni idea de qué está pasando porque los inscribió la escuela y no entienden los alcances o posibilidades del concurso, a veces ni siquiera las reglas. la situación inversa también aplica: profesores y escuelas que no se enteran que su alumno participa hasta que pide permiso para faltar. ni siquiera aprovechan la publicidad gratuita, la posibilidad de colgarse la medalla: me han tocado escuelas que no quieren apoyar "si no se asegura un primer lugar". lo siento, debrayé.
entonces, el primer obstáculo a vencer es la desinformación y falta de información. si la Olimpiada se conoce en todas partes, los alumnos excepcionales irán saliendo de las sombras y esto sube el nivel, empuja a sus compañeros y obliga al delegado.
¿cómo?
buéh. no estoy seguro. primero: creo que esto es, esencialmente, labor del Comité Nacional. los pósters que nos dan a los delegados serían más útiles enviados a las direcciones de Educación Básica de las Secretarías de Educación de todo el país, a las direcciones generales de los Cobaches, Cbtis, Secundarias Generales, Técnicas, etcétera. no sé si ya se hace, pero lo dudo porque nunca he visto uno. ¿qué pasa aquí? si la institución se interesa, tendría que contactar al delegado y ya hicimos magia: el delegado tiene que ponerse a trabajar -al menos inventarle una fecha de examen, una página, una convocatoria- y se le acaba de abrir la puerta para pedirles apoyo.
fuera de algo así -buscar los canales oficiales para que la competencia tenga más reconocimiento y conocimiento- sólo se me ocurren las redes sociales. creo que no hay nada inicial. cuando alguien se quiere acercar le mandan un folleto o una tzaloa o un Cuaderno de Olimpiada o un examen Canguro o peor, uno Nacional; creo que hay un enorme hueco en material para iniciar -tanto participantes como entrenadores- y es una de las cosas que queremos atacar con el reto CARMA -que le falta. necesitamos salir de nuestra burbuja: la página necesita actualizaciones, noticias, foros, fotos, material; el facebook necesita dejar de ser un chiste local y ser más incluyente, etcétera. esto es algo que todos podemos colaborar. hay toda una serie de recursos en linea subaprovechados: además de Kaanbal -que es brillante- está Matetam, el reto CARMA, Editorial Dinosaurio y más.
dentro de las cosas que pueden aparecer en la página -que no sé si le pasa a todos pero para mí es un pedo entrar por los certificados de seguridad y eso- son los calendarios o precalendarios de los Estados. no sólo la información de los delegados actualizada, también los contactos en redes e internet y calendarios. ¿por qué? para presionar a los demás estados: los alumnos y padres van a saber que en otros estados se hace distinto, los delegados no van a querer que sea público que empiezan cinco semanas antes. también hay falta de comunicación -los delegados somos malos para contestar los correos del Comité Nacional, no se diga hacerlo a tiempo.
sí creo que es una labor que debe iniciar el Comité Nacional. el evento, la Olimpiada Mexicana de Matemáticas necesita más difusión aunque claramente es trabajo imprescindible de los estados -la verdad es que estamos trabajando bajo el supuesto de que en algunos estados no se hace, por eso tomar medidas invasivas o superiores. sin embargo, es algo que podemos hacer todos y es algo que se puede hacer muy fácilmente con la ayuda de los exolímpicos.
el problema que queremos resolver aquí es la captación y difusión. la Olimpiada no puede cumplir ninguno de sus objetivos -competir, canalizar alumnos a educación superior, impactar el sistema nacional educativo- si no empieza a llegar a más alumnos. este es el primer paso a encontrar esos alumnos excepcionales, aunque no hemos decidido todavía qué hacer con ellos o cómo ayudarles. el otro asunto es: una delegación excepcional convierte alumnos en alumnos excepcionales.
