esta es la tercera ocasión que escribo sobre la Reforma Educativa. desde la primera y la segunda, mis opiniones han madurado pero mi postura se mantiene prácticamente igual. desde aquellas publicaciones, han surgido declaraciones y reportajes que van desde lo obvio a lo no-estoy-seguro-que-estemos-entendiendo-lo-mismo-por-evaluación. por ejemplo, el INEE declara que la evaluación por sí no resuelve nada. también, está el conmovedor reportaje que hace SinEmbargo sobre un profesor mixe en el plantón de la CNTE cuya cosmovisión no está en la ley. lo que sí es que habría dejar de sostener la evaluación como imposibilidad filosófica que sólo es posible entre iguales, sobre todo si exigimos con razón y justicia, una evaluación a los que ocupan cargos de elección popular.
mientras que el debate se ha centrado en la Ley del Servicio Profesional Docente -una de las tres leyes secundarias que se promulgaron- quizás la pieza fuerte de la Reforma es la autonomía del INEE y quienes dudan de la evaluación están subestimando esto -o bien, yo la sobreestimo. el INEE ya existía y formaba parte del equipo que diseñaba exámenes como Enlace y Excale, sin embargo, era marinero y no capitán. eso termina. las declaraciones de la reina del INEE me tranquilizan: esta es la primera de muchas reformas. si se decidió empezar por esta es porque antes de buscar una reforma pedagógica, una reforma curricular, es necesario contar con un magisterio depurado y bien preparado.
las esperanzas están puestas en una evaluación que sea justa. nadie quiere una evaluación injusta. desde esa perspectiva, no entiendo la postura de Ackerman o del Fisgón en dos visitas, quienes anuncian despidos masivos. no creo que sea la idea del INEE.
la verdad es que hay cosas mucho muy complejas a las que probablemente no responde la ley. por ejemplo, el número de plazas que se crean o abren cada ciclo escolar no está remotamente cerca del número anual de egresados de Normales públicas o privadas ni en el país ni en cualquier estado. luego, la población está increíblemente dispersa y hay movimientos demográficos a los que no se responde con prontitud sino hasta datos oficiales; por ejemplo, nada de la gran ola de movimiento por inseguridad se reportará hasta el censo del 2015 donde se verá que algunas ciudades se han vaciado mientras que otras crecido enormemente. simplemente, el cambio demográfico en niños en edad de primaria está disminuyendo de modo que no justifica creación de plazas. igualmente, las plazas normalmente se abren en lugares alejados por un fenómeno de encadenamiento: cuando se jubila o se abre una plaza en zona urbana, se le ofrece el "ascenso" a algún docente de la periferia, esa plaza se cubre con alguien de algún pueblo vecino y así sucesivamente; la cola de la cadena es la que se abre de modo que todos en el proceso reciben algún aumento. esto no está mal, pero sin duda es complicado. no menos importante, la autoridad no está enterada de muchas de las deficiencias o abusos y de ahí la necesidad del censo.
lo cierto también es que los docentes viven en un mundo laboral increíblemente injusto y no me refiero sólo a su salario base inicial ni a las condiciones de algunos centros de trabajo con insuficiente y vergonzosa infraestructura o densidad de población insostenible. digo que no es ningún secreto que el Sindicato controla ciertas plazas -en San Luis, mientras que el gobierno concursa las plazas de nueva creación pero el líder sindical es dueño de las plazas de jubilación. entonces, a muchas promociones o accesos se llega sólo con dinero, con favores, con palancas. desde las escuelas Normales, hay muchas a las que sólo entras con palanca porque de todos modos sólo sales si la tienes; se cobran con alumnos las disputas que maestros tienen con familiares. desaparecer este sistema es en beneficio del profesor, en respeto a su preparación.
sí, la evaluación puede ser terriblemente injusta y cuadrada. pero también puede ser más bien abierta, creativa, estar bien diseñada y arrojar resultados útiles. podemos tomar PISA -en general nadie duda de que los exámenes de la OCDE sean una medida justa para decir que México está mal. en ese sentido, lo primero que me interesa en un docente es que pueda leer, entender lo que lee, analizar información, reconocer patrones, comunicar ideas completas y con sentido, hacer conjeturas o plantear y resolver problemas, manejar la aritmética básica con facilidad y para todo eso tenemos una manera estandarizada bien hecha: precisamente PISA. para evaluar eso no hace falta fijarse en el sueldo o la infraestructura o la posición geográfica aunque quizás eso ayude a explicar los resultados: los maestros son responsables pero no culpables.
los tres pilares de la Reforma: autonomía de gestión, servicio profesional docente y evaluación, y autonomía del INEE son en potencia tanto buenos como malos. lo cierto es que los malos no me parecen razón para oponerse. hablaré de cada uno por separado.
autonomía de gestión
no es la renuncia progresiva ni la transferencia gradual de la responsabilidad y los costos de educación a los padres y docentes, ni la entrega de los planteles a particulares para la creación de negocio o el inicio de barreras económicas para el acceso a la educación pública y gratuita, pero podría serlo. idealmente, es una interlocución estrecha y directa entre el plantel y la autoridad educativa, el fortalecimiento de la comunidad escolar a través de la toma conjunta de decisiones entre cuerpo directivo, planta docente, padres de familia y alumnos, un entendimiento más concreto de las necesidades de cada escuela y una manera de atenderlas inmediatamente, así como otorgarle poder de decisión al director sobre la contratación docente.
servicio profesional docente
no es el cambio de manos del control discrecional y autoritario de plazas educativas y salarios ni el despido masivo de miles de docentes buenos mediando una evaluación hecha a modo para entregar la educación a particulares, pero podría serlo. también podría ser el inicio de un acceso y promoción basado únicamente en las habilidades y capacidad del docente, en respeto de su preparación. podría ser también una depuración del magisterio mediante evaluación justa y contextual como primer paso para cualquier otro paso: con los docentes y no sin ellos. soy de la idea -sesgodeconfirmada por la OCDE y la Comisión de Educación de los Estados Unidos- que el factor más importante en el proceso de enseñanza y aprendizaje es el docente y su preparación. por supuesto, es necesario modificar y mejorar el nivel de las escuelas Normales o no habrá cambios verdaderos.
autonomía del INEE
no es perpetuar las erróneas políticas educativas que se basan en la asistencia a cursos de actualización que son en general malos, inútiles y poco pertinentes o aplicar en todos los aspectos de la educación una prueba tan mal diseñada y tan poco útil como Enlace pero podría serlo. en cambio, puede ser el inicio de políticas educativas manejadas por la gente mejor preparada, con perfiles claros y cursos de primera calidad, útiles y pertinentes ofertados de manera gratuita a los docentes. es la independencia de los contenidos sobre la parte administrativa de la educación donde éstos no obedezcan a intereses políticos.
esa es la Reforma que creo posible y por la que me gustaría presionar. es posible una evaluación justa, útil y contextual donde la separación del trabajo no se entienda punitiva sino como la consecuencia lógica de la incapacidad para desempeñarse en el puesto, donde la plaza no se entienda como un patrimonio personal ni gremial, donde las deficiencias de infraestructura sean cubiertas como prioridad y la educación tome su papel como principal herramienta de movilidad social. estoy convencido de que es el camino -o lo puede ser, en las manos correctas- pero es sólo el primer paso, uno que debió haberse dado hace veinte años. es necesario pero no es suficiente.
