hoy hace un año, el sitio de noticias parodia El Deforma publicó mi primera colaboración: Pepe, Toño y la Reforma Laboral. mi interés en colaborar con ellos nació de ver el éxito que tuvo una nota de David Torres el Gato y querer probar suerte, ver si tenía lo necesario para escribir chistes.
en todo caso, el aniversario es lo de menos: puesto que la colaboración sucedió, eventualmente llegaría el primer aniversario, el segundo, etcétera. celebro que no haya terminado en esa nota y que por razones extrañas, me haya dedicado a escribir para ellos como si de ello viviera. desde entonces, he colaborado con 173 notas, es decir, 3.32 pendejadas por semana en promedio y he escrito algunas decenas más que no vieron la luz del internet. eso quiere decir que me he dedicado a ello diario, con una constancia que personalmente no siento que me caracterice. he sido replicado por Récord, he merecido acción legal de parte de L'Oreal, he tenido hasta 80k shares -según la estimación más optimista- en una sola nota y el equipo de redacción ha confiado en mí pese a notas de muy poca audiencia, he ganado un público amplio y hasta algunos seguidores que me pitchean sus ideas de vez en cuando: ¡soy psuedofamoso por ser pseudochistoso! es más de lo que hubiera imaginado.
el Deforma me ha dado un foro que no tendría de ningún otro modo, un alcance bárbaro para mi humor, mi pseudocrítica social, mi escritura. me ha dado la motivación para escribir diario, para pasar el día pensando chistes que escribo en el celular, en servilletas, en mi libreta de notas; la parte de leer las noticias ya la hacía, la oportunidad de poder comentarlas tan públicamente es excepcional y estoy muy agradecido. no vivo de esto pero me llena de satisfacciones.
me sorprende que a estas alturas exista tanta gente que no sepa del Deforma; he escuchado gente repetir bastante molesta mis notas falsas como verdad e imagino que soy responsable de al menos el 0.1% del descontento nacional. sin el Deforma, sería un pendejo gritando pendejadas en una plaza; gracias al Deforma, soy un pendejo gritando pendejadas en una plaza con un altavoz.
