martes, 19 de noviembre de 2013

martes del valor intrínseco y la utilidad de las cosas

cada de vez en cuando, habrá algún alumno entre atormentado y chistoso que interrumpe la clase de matemáticas para preguntar Para qué sirve esto en la vida ante el asombro de sus compañeros y la sorpresa del profesor quien tradicionalmente sufre para contestar sobre la utilidad práctica de la fórmula general de la elipse o la sustitución trigonométrica porque probablemente tampoco lo ha usado fuera del salón de clases y no encuentra una situación en que lo haga. me parece una pregunta injusta no porque las cosas matemáticas sean en el fondo muy útiles sino porque jamás he escuchado que alguien se la haga al maestro de historia, al de geografía o al de español.

al final de uno de los entrenamientos que ofrecí en Celaya el fin de semana pasado, uno de los chicos de primero se me acerca para preguntarme Para qué sirve esto en la vida. intento encontrar las más anécdotas posibles y ejemplos de cómo los ángulos resuelven ciertas cuestiones prácticas hasta en el billar, de cómo el área y los números primos son las ideas que nutren objetos tan interesantes, complejos y útiles como la integral o la criptografía.

le pregunto Por qué la pregunta, porque no sé si mis respuestas de promesas futuras le satisfacen y quizás exista otra manera de atacar sus dudas. me contesta que por él está bien, que fue su papá el que le pregunto -y más o menos lo imita- para qué sirve toda esta cosa que hacemos aquí. eso simplemente me entristeció: aunque confieso que no podría asegurar que entendió absolutamente todos los temas e ideas planteadas en el entrenamiento intensivo, lo cierto es que lo había visto disfrutar la experiencia e intentar con muchas ganas los problemas, compartiendo con sus compañeros, hablando con gente nueva y quedándosele viendo a esa niña linda de primero. 

no voy a decir aquí que no entiendo yo que un padre de familia que trabaja todo el día para mantener a su familia no vea otro valor en las cosas que no sea el valor práctico y utilitario de las cosas y conocimientos: es probable que sepa más de la experiencia que de la escuela. cuando uno es adulto está condenado a encontrarle valor a las cosas fuera de sí: el tiempo o el trabajo o el conocimiento valen en función de cómo mantener a tu familia. esto por supuesto contrasta con la vida del niño que disfruta las cosas por su valor intrínseco: el gol no sirve para nada fuera de la cancha, ni el póker de aces vale algo fuera de la mesa, ni tu lugar de escondite invencible, ni tu récord de saltos; nada vale más que por sí mismo, por el valor que cada uno le da, por el gusto que genera, por la ilusión que crea, por estar con los demás, por la experiencia, porque sí. 

dicen que cuando uno se vuelve más viejo redescubre ese valor intrínseco pero hay una edad en donde las explicaciones así parecen risibles: Pitágoras tiene valor porque gracias a él tenemos geometría analítica, la trigonometría más básica es sólo una generalización útil y aplicable de Thales en semejanza de triángulos, el álgebra te sirve para pasar de año y resolver muchos problemas prácticos.

no es que yo no sepa para qué te sirven las matemáticas en la vida, es que yo no puedo decírtelo. lo mejor que puedo hacer es presentártelas y encaminarte un poco: tú decides para qué sirven las matemáticas en tu vida.

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