el viaje en el tiempo no está libre de paradojas. es más, son tantas las posibles soluciones a la paradoja del viaje en el tiempo -teorías, vaya- que hay quienes la consideran un argumento suficiente para demostrar que el viaje en el tiempo es imposible. una de mis películas favoritas de todos los tiempos -tres de ellas, de hecho- hablan precisamente de esto. sin embargo, por mucho que el eminente Doctor Emmett Brown hable de cómo el conocimiento altera el continuo espacio tiempo, éste es un tema tan complicado que resulta casi imposible tratarlo sin encontrarle errores.
mi primer problema con el viaje en el tiempo es que aquellos que han sido bendecidos con un artefacto para lograrlo -además del Doctor Emmett Brown, Marty McFly, Einstein y Biff Tannen podríamos mencionar a Will Smith en Men in Black III, Wolverine en Days of Future Pasto y por supuesto Dumbledore en la saga de Harry Potter- mucho más que aquellos que más bien parecen sufrirlo -como Bill Murray en Groundhog Day u Owen Wilson haciéndola de Woody Allen en Midnight in Paris- parecen olvidarse por completo de que son, básicamente dueños del tiempo. entre todas, quien más me molesta es Dumbledore: su deux ex machina que no avanza la trama pero lo deja parado como un estúpido: usa la herramienta más poderosa que tiene -no, no es el amor- para una trivialidad en lugar de, no sé, haber matado a Voldemort desde la primera película. es eso: me molesta que parecen olvidar que, al poseer una máquina del tiempo tienen, precisamente, todo el tiempo que quieran y que, además, no tendrían que esperar a que aquello que quieren evitar esté por suceder: Marty se da cuenta y lo usa para volver ¡diez minutos antes! porque obviamente media hora es mucho pedir y el Doc cree que lo correcto es viajar inmediatamente porque no hay tiempo de planear nada; los genios de Charles Xavier y Magneto combinados no les dan para, digamos, viajar a un momento en que se podía conversar con Mystique o, digamos, rescatarla una vez capturada, o, quizás, asesinar a Bolivar Trask cuando era un niño; Will Smith lo utiliza sólo como arma asesina en lugar de repetir su primer intento fallido. todos estos errores -salvo el de Dumbledore- se perdonan porque, si no, serían películas bastante aburridas.
más o menos en la línea anterior, es bastante improbable que los papás de Marty no reconozcan pues... a Marty. ¿no sería espeluznante nombrar a tu hijo Marty y que, unos años después, sea idéntico al tipo con el que tuviste fantasías sexuales en la prepa? lo mismo aplica para Biff, quien parece tener mejor memoria en la segunda película que a final de la primera.
el problema que traen las paradojas también tiene lo suyo: aunque Doc Brown insiste en que es mejor saber lo menos posible del futuro de uno, es evidente que el Doc sabe que (a) algo sale mal la noche del viaje en el tiempo, (b) ese mal pone en riesgo la vida de Marty y la suya, (c) se dispone a abordar el viaje sin una carga extra de plutonio... y nada de eso cambia. es decir, Emmett Brown conoce a Marty McFly sabiendo exactamente que lo mandará al pasado en situaciones difíciles; nada más de enterarse de lo que pasó en el pasado, Marty debió haber desaparecido. en esta primera película -antes de que se inventaran la tangente en el tiempo de la segunda- es difícil argumentar que algo así no tiene repercusiones inmediatas pues Marty comienza a desaparecer en cuanto sus papás parecen no enamorarse. algo parecido pasa en Days of Future Past: evitar la captura de Mystque salva inmediatamente a los últimos mutantes y los lleva a un mundo mejor pero nada de lo que le ocurre a Charles o Magneto del pasado les genera recuerdos de manera inmediata -aunque las heridas de Wolverine en el tiempo sí se reproducen. uno podría aquí incluir una teoría como la de Dr. Who sobre los puntos fijos en el tiempo que, no sé, supongo, tal vez aplica aquí.
sin embargo, mi problema con el viaje en el tiempo es otro: todo cambia, excepto el viajero. cuando Marty vuelve a su tiempo, todo ha cambiado. él tiene ahora una vida mejor, probablemente tuvo una infancia más feliz con una camioneta y un montón de cosas que él no recuerda. él no sabe absolutamente nada de su vida y básicamente corre la suerte de vivir en la misma casa, tener la misma novia y la misma ropa. lo mismo le pasa a Wolverine, quien al menos es consciente de ello: él no recuerda nada de los últimos treinta años de su vida: ni lo bueno, ni lo malo, ni lo personal ni lo histórico. a diferencia de Marty, él despierta en un cuerpo que sí ha vivido todo ello, sólo que no dejó memorias.
y es por esto último, amigos, por lo que no les recomiendo que viajen en el tiempo para modificar su historia. de vivir en un universo que sigue las caprichosas reglas de Back to the Future o Days of Future Past, aunque ustedes cambien aquello que querían cambiar, vivirían el resto de su vida como si no hubiera pasado.